Page 17 - Plan de Desarrollo CUCEA – 2019-2025, Visión 2030
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 2018). Si bien el gasto público en todos los niveles de educación, como parte del gasto total del gobierno, es el segundo más alto entre los países de la OCDE, la inversión por estudiante sigue siendo la más baja, es decir, se gasta más, pero no lo suficiente para el nú- mero de población objetivo que debe ser atendida.
El nuevo paradigma educativo tiene como objetivo el de- sarrollo de competencias y talentos en los estudiantes median- te la construcción activa, descubrimiento y transformación de su propio conocimiento. Para ello, es indispensable que las universi- dades se organicen de manera flexible y generen un espacio cola- borativo en el cual docentes-facilitadores brinden acompañamien- to estratégico al alumnado en su proceso formativo. Este nuevo modelo entiende la enseñanza como una experiencia activa com- pleja. Los autores, investigadores educativos y promotores globa- les del aprendizaje cooperativo, afirman que esto solo es posible a partir del cambio en la estructura organizacional de las institu- ciones (Johnson & Johnson, 2017).
Así, las IES deben repensar sus funciones sustantivas y ali- near su actuación a los objetivos de la agenda global y a la planea- ción del país y de su contexto local. La educación debe plantearse como un eje transversal de todas las actividades y como un actor en la solución de problemas sociales, económicos y ambientales. En estos momentos, realizar ejercicios de planeación es oportuno e imperante. En el mundo han acontecido cambios drásticos e in- éditos que llevarán a la construcción de una nueva realidad social.
En este contexto, un asunto relevante es el cambio climá- tico. El término antropoceno se ha creado para describir el impac- to de la actividad humana en los sistemas ecológico y planetario,
INTRODUCCIÓN |
de tal manera que se esperan transformaciones profundas e irre- versibles y que amenazan el hábitat de nuestra civilización. La co- munidad global ha trabajado arduamente en el diseño de acciones y la construcción de acuerdos para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos del mejor modo a los posibles escenarios. La agenda de cambio climático requiere la participación de todos los actores de la sociedad, y las universidades tienen un papel tras- cendental desde cada una de sus funciones sustantivas.
Por último, la emergencia sanitaria ante la aparición del co- ronavirus que originó la Covid-19 plantea retos sin precedente para la humanidad. Como en gran parte de los países del mundo, el go- bierno de México optó por reducir, en forma gradual, las activida- des, procesos y transacciones a niveles mínimos esenciales con la finalidad de reducir los contagios y las muertes entre su población. La pandemia global ha tenido efectos históricos en todos los ám- bitos de la actividad humana, entre ellos, la educación, con el avan- ce acelerado e intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Los entornos virtuales de aprendizaje, las au- las invertidas y el aprendizaje combinado dejaron de ser recursos auxiliares para convertirse en espacios y técnicas preponderantes para la educación, función social prioritaria que evoluciona vertigi- nosa y necesariamente hacia la digitalización.
En respuesta a la crisis sanitaria, y ante la recesión económi- ca, la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) puso en marcha, el 15 de julio de 2020, su Academia Mundial de Com- petencias, cuyo objetivo es dotar a millones de jóvenes de habili- dades digitales clave para enfrentar los desafíos de un futuro ad- verso. La empleabilidad y la resiliencia son las aptitudes básicas
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